No
somos tan buenos como parecemos, ni tan malos como nos piensan. Nunca vamos a
ser lo que otros desearían que fuéramos ni lo
que quisiéramos ser, tan solo somos lo que la vida nos enseñó a ser,
o lo que aprendimos de ella. Te van a criticar sin motivos, te van a odiar sin
razones, te van a hacer daño sin darte explicaciones, y te va a doler,
pero las heridas sanan, y aprenderemos a vivir con cada una de ellas, y está
bien recordar porque gracias a cada cosa vivida hoy somos lo que somos. Y tenemos que sentirnos
orgullosos. Intentar no cuesta nada y soñar no lleva mucho
tiempo, así que se feliz. Haz cosas que nunca te atreverías a
hacer y no vivas dando explicaciones a todo el mundo del por qué lo haces o lo
dejas de hacer. Recuerda que mientras estemos vivos el juego no esta
perdido.